Por qué estamos marchando

Emprendemos la Larga Marcha a Roma para recordar a los incontables millones de hermanos y hermanas de pueblos originarios a través del mundo quienes por más de 520 años han sufrido y muerto por guerras, destierros forzados, enfermedad e invasión, todo ello sustentado en dos órdenes papales o bulas: Romanus Pontifex (1455) emitida por el Papa Nicolás V e Inter Caetera (1493) emitida por el Papa Alexander I.

Estas bulas papales fueron el punto de partida de la Edad del Descubrimiento debido a que le otorgó a los exploradores el derecho absoluto de:
“… invadir, iniciar la búsqueda, capturar, vencer y dominar a todos los sarracenos y paganos de cualquier tipo, y a otros enemigos de Cristo dondequiera estén” y a “someterlos a la esclavitud perpetua.”
Increíblemente, ninguna de las dos bulas papales han sido oficialmente revocadas a la fecha.

La marcha a Roma
Para exigir la derogación de esas bulas haremos la marcha desde París a Roma.
Durante nuestro caminar por la Vía Francígena a Roma, también honraremos la entereza, la dignidad, la sabiduría y el espíritu de nuestros ancestros, quienes por más de 520 años han mantenidas vivas las leyes tradicionales y la cultura de los pueblos originarios desde hace miles de años.
Cuando lleguemos a la Plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, haremos presentes a nuestros ancestros y con nuestras mentes, corazones y almas pediremos al Papa Francisco que se una a nosotros y hable desde el corazón acerca de la naturaleza espiritual de todos los seres humanos y la libertad que todos tenemos de escoger de una gran gama de tradiciones de fe más allá de las católicas.

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I – La historia de Himko Kaps Kap

cropped-CloseDavid-sepia Mi nombre es Himko Kaps Kap. Mi nombre fue el nombre de mi tátara-tátara abuelo quien fue un Jefe de Guerra, y el hermano del Jefe Toohulhulsote de Nez Perce, en Río Salmón, en Idaho, EEUU. Durante una guerra con los Estados Unidos de Norteamérica, Toohululsote fue asesinado en la Batalla de la Pata de Oso el 30 de septiembre de 1877. Mis ancestros fueron desplazados después de aquella guerra. En el idioma de mis antepasados, hablado por quienes me antecedieron desde tiempos inmemoriales, mi nombre significa “El voceador”. Nací en la Nación Cayuse ubicada en las tribus confederadas de la reservación india Umatilla en el actual estado de Oregon, EEUU.
Nuestras formas de vida siempre han sido gobernadas por Tamalwit, nuestra ley tradicional, y la Tamalwit está gobernada por la Ley del Creador de donde vienen todas las cosas. Los Cayuse somos pacíficos, pero cuando nos provocan somos una nación guerrera y gente orgullosa y nuestras tierras tradicionales se extienden ampliamente – al este hemos cazado bisonte hasta las montañas de Montana. Hacia el oeste hemos pescado en los ríos que van hasta el océano Pacífico. Nuestro alcance se estrecha por los cuatro rumbos cardinales.

 

Cayuse-I Hace varias generaciones, en los tiempos de mis ancestros, Marcus Whitman, un hombre blanco, llegó entre nosotros a Waiilatpu. Este hombre clamó que hablaba en el nombre de Dios. Nosotros no lo conocíamos y no hablábamos su idioma, ni él el nuestro. Pronto este hombre se fue y luego regresó con mil hombres para ocupar nuestras tierras y con estos hombres se extendió la maldad en nuestras tierras. Estos recién llegados trajeron consigo enfermedades. Un año después de su llegada, la mitad de nuestra gente había muerto.

 

Después de haber matado a tantos, estos “allegados” nos dijeron que la tierra que habíamos ocupado desde tiempo inmemorial, la tierra donde habíamos pescado y cazado, la tierra donde habíamos prosperado y criado a nuestros hijos, la tierra que contiene los huesos de nuestros antepasados, la tierra donde cada uno de nuestros actos, nuestras creencias y nuestros cultos reflejaban los principios de la Tamalwit, ya no era nuestra tierra, sino que pertenecía al gobierno de Estados Unidos de Norteamérica por ley. Esta ley fue llamada la ley de la conquista. Nos dijeron que nuestras tierras ahora pertenecían a otro poder soberano, porque un monarca extranjero había “descubierto” nuestras tierras.

Así que nosotros, del pueblo Cayuse, como tantos otros pueblos originarios, comenzamos una caminata por el camino de lágrimas y una pesadilla interminable.

terpning-chief joseph rides to surrender

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II – La Doctrina del Descubrimiento

chief-justice-john-marshall-I En 1823, Justice Marshall de la Suprema Corte de Estados Unidos de Norteamérica emitió el fallo de que cuando las naciones europeas descubrieron América “afirmaron que el dominio definitivo era suyo; y reclamaron y ejercieron, a consecuencia de este dominio definitivo, un poder para ceder el suelo aunque estuviera en posesión de los nativos.”

Cuando primero escuché esto, me pregunté cómo estos monarcas extranjeros que no tenían ningún conocimiento de nuestras formas y nuestras tierras y que nunca habían visto las Américas podían afirmar el “dominio definitivo era suyo” aunque estuviera en posesión de los nativos.

 

Así que inicié una búsqueda para aprender cómo un rey extranjero podía robar las tierras de mis padres que me antecedieron.

NezPerce.1877-(Photograph---Northwest-Museum-of-Arts-and-Culture)

De esta manera, investigando y plateándome preguntas, supe que el derecho a tomar las tierras de mis ancestros, y el derecho a esclavizar a nuestros pueblos y el derecho a tratar a las personas de pueblos originarios como menos que humanos no fue originalmente creado por el gobierno norteamericano, ni por sus jueces, ni por los exploradores europeos que fueron los primeros en hacer esos reclamos, y ni siquiera fueron los reyes que los habían enviado a nuestras tierras. Este derecho fue instaurado por dos hombres que decían hablar en nombre de Dios hace más de quinientos años. Estos mismos hombres le habían puesto nombre a nuestras tierras sagradas, unas tierras que sus ojos jamás habían visto. La llamaron Terra Nullius, que significa “la tierra que no pertenece a nadie”. Así que aprendí que el derecho a demarcar todas las tierras de América como Terra Nullius no fue creado por el gobierno de los Estados Unidos o por sus cortes. Tampoco fue iniciativa de los exploradores o de los reyes de Europa. El derecho de apoderarse de nuestras tierras con base en Terra Nullius fue creado por un hombre que pretendía ser el sucesor de San Pedro, el Papa de El Vaticano, y quien decía hablar en nombre de Dios.

Wounded-Knee-deaths-(Zenzoneforum.com)

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III – Terra Nullius

Nicolas-V-(from-Pitts-Theological-Archive) En 1455, el Papa Nicolás I, aprovechando su autoridad como “Vicario de Dios” emitió una bula papal intitulada Romanus Pontifex, y autorizó al Rey Alfonso de Portugal para “invadir, iniciar la búsqueda, capturar, vencer y dominar a los paganos y otros enemigos de Cristo dondequiera que se encuentren” y a “apoderarse de todos los reinos, ducados, principados, dominios, posesiones y todos los bienes muebles e inmuebles cualesquiera que se tuvieran y que fueran poseídos y a reducir a sus personas a esclavitud perpetua.”

En 1493, inmediatamente después del regreso de Cristóbal Colón de América, el Papa Alexander VI emitió una nueva bula papal, titulada Inter Caetera. Esta bula trazó una línea en un mapa desde el polo en el Ártico hasta el polo en la Antártica y cedió a los reyes españoles de Castilla y León el dominio para siempre sobre todas las “islas y las tierras firmes encontradas y aquellas por encontrarse, descubiertas o por ser descubiertas hacia el oeste y el sur, … sin importar si estas dichas tierras firmes e islas son encontradas…”. Las tierras reclamadas por otros monarcas cristianos antes de 1493 no eran sujetas a este mandato.

cabot-and-king-henry Estos papas, hablando en nombre de Dios, habían dado la orden divina para reducir a los pueblos que no eran cristianos a la esclavitud y a robarnos todo lo que era nuestro por derecho legítimo. Yo había buscado e investigado y ahora, finalmente, había descubierto la ley del hombre blanco: Terra Nullius –que cualquier hombre que no rendía culto al altar de Jesucristo podía ser considerado como menos que un ser humano, a quien se le podía infligir cualquier tipo de daño en el nombre del dios cristiano.

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Con esta información, miré más allá del sufrimiento de mi propia gente y supe del sufrimiento de mis hermanos originarios y qué es lo que se había hecho en el nombre de Terra Nullius, la doctrina que decía que nuestras tierras estaban vacías porque quienes las habitábamos no éramos seres humanos y que éramos menos que gente cristiana. Ver Terra Nullius and Land Grabs en referencia a lo que sucedió con nuestros hermanos en África desde 1455.

Aprendí cómo el explorador Jacques Cartier secuestró a los hijos del gran guerrero Iriquois Donnacona y los puso a desfilar frente a la corte del Rey Francois I, como si fueran animales de un circo. Supo cómo la gran nación Pauní había sido forzada a marcharse de sus tierras iniciando el sendero de lágrimas y fueron reubicados contra su voluntad. Aprendí que el gobierno del norte había declarado ilegales la cultura e historia de sus pueblos originarios y habían promovido su esterilización para “matar al indio desde adentro”. Me acordé entonces de cómo diezmaron a mi propia gente con enfermedades traídas por el hombre blanco, colgando a nuestros líderes y poseyendo nuestras tierras porque nosotros no estábamos dispuestos a arar la tierra de la forma en que lo hace el hombre blanco. Recordé el sufrimiento de mi propia gente y el de mis hermanos originarios y lloré al pensar de que tanta devastación pudiera haber surgido de tal mentira.

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IV – El Grito

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Las dos bulas papales, la de 1455 y la de 1493, permanecen iguales hasta este día -no como documentos históricos sino como la palabra de Dios, heredada a los representantes de Jesucristo en la tierra. Mientras estas bulas permanezcan sin ser abordadas y desafiadas, estarán justificando, apoyando y otorgando justificación santificada a la esclavitud, el desplazamiento y el genocidio de pueblos originarios de todo el mundo.

Si vamos a ponerle un alto a estos más de quinientos veinte años de sufrimiento traídos por esta mentira, debemos poner el grito en el cielo para luego mostrarle al mundo la verdad.

En el año 1515, hace quinientos años, el Rey Francois I, ascendió al trono de Francia. El fue quien poco después vería el desfile del gran Iriquois Donnacona y sus hijos traído por el explorador Jacques Cartier ante la corte de Fontainebleau después de haberlos secuestrado.
 

Via-Francigena-Pilgern-am-Bolsena-See Ahora quinientos años después, pisaré ese mismo suelo junto a los jefes herederos de mi pueblo, los Cayuse y otros, ahí donde el Rey europeo maltrató al noble guerrero. Desde ahí, caminaré a lo largo de la Vía Francígena por las viejas calles de Francia rumbo a Roma.

 

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Cuando lleguemos, extenderemos directamente al Papa Francisco una petición, y le pediremos que diga públicamente que esas bulas papales de 1455 y 1493 son mentiras y crímenes contra la humanidad, y le pediremos que las rescinda. Creemos que el Papa Francisco recibirá nuestra petición y escuchará nuestra plegaria, y que reconocerá este mal tan grande que fue iniciado por el mismo Vaticano.

 

ESCUCHA LA PALABRA DEL COYOTE…

 

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GRTIO HACIA FUERA LA MENTIRA DE LA “TERRA NULLIUS”

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Acerca de Nosotros

La Larga Marcha a Roma surgió de una serie de discusiones que sostuvimos entre el Dr. David Close, la Dra. Sandra Evers y David J. MacKinnon en Vancouver, British Columbia, Canadá, durante la primavera de 2014 (alrededor de marzo y abril). Proseguimos la conversación reuniéndonos con varios jefes por herencia, con abuelos y abuelas, y con interventores que representan a las Primeras Naciones en Canadá y en los Estados Unidos de Norteamérica. Entre todos, se fue logrando consenso en torno a la idea de presentar una petición al Papa Francisco, pidiéndole que revoque las bulas papales Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1493) por ser contrarias a la ley moderna internacional y por violar los derechos humanos básicos de los Pueblos Originarios de todo el mundo.

Durante Julio de 2014, la empresa Long March to Rome fue incorporada como una compañía sin fines de lucro en Oregón, EEUU.

El eslogan “Long March to Rome” es una creación original de David J. MacKinnon y de el Dr. David Close, y se ha autorizado su uso bajo la licencia de las empresas Long March to Rome, una compañía sin fines de lucro.

“Shout out the Lie” (Vocear la Mentira) y el sitio web Long March to Rome (www.longmarchtorome.com) son creaciones originales de David J. MacKinnon, y se ha autorizado su uso bajo la licencia de las empresas Long March to Rome, una compañía sin fines de lucro.

Sam O’Leary hizo el diseño y la producción final de www.longmarchtorome.com. Liam MacKinnon colaboró en el diseño original.

Los textos originales de la historia de Himko Kaps Kap, de la Doctrina del Descubrimiento, de Terra Nullius, del Grito y demás textos que aparecen en www.longmarchtorome.com son trabajo literario original, con copyright de David J. MacKinnon, 2014. Se ha autorizado su uso bajo la licencia de las empresas Long March to Rome, una compañía sin fines de lucro. La historia redactada sobre Himko Kaps Kap se inspiró en la historia de los pueblos Cayuse y Nez Percé que fue relatada de manera oral por el Dr. David Close a David J. MacKinnon y la Dra. Sandra Evers durante las reuniones sostenidas en Vancouver, Columbia Británica, en la primavera de 2014.


Dr. David Close
Dr. David Close


Dr. Sandra Evers
Dr. Sandra Evers


David J. MacKinnnon
David J. MacKinnnon

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